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viernes, 27 de mayo de 2011

acupuntura para rehabilitacion de paraplejia traumatica.

Se refiere a la pérdida de la función neurológica después de una lesión raquídea consecutiva a la invasión repentina de la columna vertebral por una violencia exterior. Se observa más la fractura compresiva o conminuta de las vértebras dorsales o lumbares, o bien la lesión de la medula ósea derivada de la dislocación.
Las dos extremida­des inferiores del paciente sufren parálisis fláccida, y pérdida de toda sensación y toda actividad refleja (con inclusión de las funciones autóno­mas) por debajo del nivel de lesión. Más tarde los reflejos tendinosos profun­dos y los autónomos retornan, vejiga neurógena. A juicio de la medi­cina tradicional china, la paraplejia traumática se en­marca dentro de síndrome wei (pará­lisis) y tiene que ver con la lesión del meridiano du.

TRATAMIENTO

1) Método: Se apli­ca acupuntura con agujas filiformes.


Prescripción: Puntos principales: Puntos del canal du o puntos jiaji locali­zados entre 1 ó 2 apófisis espinosa que se encuentran en la superficie de lesión y debajo de la misma, así como dushu (V. 16), guanyuanshu (V.26), baliao, etc.


Puntos secundarios: Guanyuan (Ren. 4), zhongji (Ren. 3), tianshu (E. 25), zhibian (V. 54), yinmen (V. 37), weizhong (V. 40), kunlun (V. 60), biguan (E. 31), futu del fémur (E. 32), zu-sanli (E. 36), chongyang (E. 42), yanglingquan (Vb 34), juegu (Vb 39), etc.


Explicación:


1. Acupuntura en los puntos del canal du: La punta de aguja entra verticalmente en la piel situada entre las dos apófisis espinosas que se hallan arriba y abajo del punto del canal du y es levantada y empujada de manera lenta y pareja, para así percatarse el terapista de la resistencia con que tropieza la punta de aguja y conocer cómo es la sensación digital. Si el intersticio apofísico ha experimentado alteración debido a la fractura o dislocación, se puede tener como referencia el prin­cipio de escoger puntos del canal du arriba y abajo de la su­perficie para usar otros del canal du. Por lo general, la aguja penetra en 1,5-2,5 cun de profundidad, mas ésta debe ser regulada de acuerdo al grosor de grasa del paciente. Cuando la mano del terapista percibe una sensación de resistencia elástica (la punta de aguja ha alcanzado al ligamento amari­llo), en el área local puncionada puede aparecer la sensación acupuntural de calambre, pesantez y plenitud. Por entonces se puede proseguir insertando hacia abajo. Pero se debe tomar nota de una cosa: si el terapista siente de súbito una sensación de brecha de algún vacío debajo de su mano (la punta de aguja ha penetrado en la cavidad exterior de la du­ramadre), es posible que al paciente le aparezca una sensa­ción de quemadura y escozor en los dos miembros inferiores y en el perineo. En este instante, la aguja tiene que dejar de avanzar, pues de lo contrario habrá peligro de lesionar la mé­dula espinal.



2. Acupuntura en los puntos jiaji: La aguja ingresa también con el método antes explicado (vertical o un poco oblicua hacia la columna vertebral). Conforme a la distinta ubicación de estos puntos, la sensación acupuntural se distingue en dos formas: una se propaga hacia ambos lados, y la otra produce una sensación constrictiva en la cavidad corporal del área corres­pondiente. En la cabeza o cintura, por ejemplo, es posible que la sensación de acupuntura se irradia hacia los miembros superiores o los inferiores, respectivamente. En forma general, la aguja penetra en 1-1,5 cun de profundidad y esto también debe ser regulado dependiendo del panículo adiposo del pa­ciente. Basta que la aguja alcance el foramen intervertebral en su dirección de avance. Se sirve del método combinado del levantamiento-empuje y la rotación de la aguja.



Experiencias clínicas: Hubo un reportaje sobre el tratamiento con acupuntura aplicado a 100 pacientes parapléjicos, 78 varones y 22 mujeres, tenían de 19-57 años de edad. Todos eran casos de lesión traumática de vértebras dorsales o lum­bares, asociados con la complicación de la mencionada en­fermedad.



La mayoría de ellos tenían fractura a nivel de la 12.a vértebra dorsal a la 1a vértebra lumbar. En lo referente a los tipos de fractura, la mayoría era fractura compresiva, y otros de fractu­ra conminuta. Respecto de los tipos de paraplejia traumática, la absoluta mayoría era de carácter atónico. El proceso evolu­tivo había durado de 3 meses-2 años a partir del trauma en la mayor parte de los pacientes, promediando, sin embargo, 8 meses.



En otro sentido, los casos de este grupo se dividían en la lesión completa y la lesión incompleta de la médula espinal. Los requisitos de diagnóstico para la primera son: 1) El estudio de la médula espinal confirma que ésta ha sido totalmente seccionada en sentido transversal (o totalmente licuada y necrosada). Y 2) Pacientes no examinados mediante el estu­dio de la médula espinal que muestran, después de medio año, signos compatibles con sección de la médula espinal. La lesión se divide en 3 grados. Primer grado: pérdida total de la sensibilidad, el movimiento y la función del esfínter por de­bajo del nivel de lesión, 53 casos. Segundo grado: pérdida de la mayor parte de la sensibilidad y el movimiento por debajo del nivel de lesión y pérdida de la función del esfínter, 23 ca­sos. Y tercer grado: pérdida parcial de la sensibilidad y el movimiento por debajo del nivel de lesión, capacidad de cami­nar un corto trecho con ayuda de dos bastones y pérdida par­cial de la función del esfínter, 24 casos. (El primer grado co­rresponde a la lesión completa de la médula espinal, el se­gundo y el tercer grados a la lesión incompleta de la misma.) Tras haber recibido un tratamiento multiterápico basado prin­cipalmente en la acupuntura durante un promedio de 8 meses, 22 de los 100 pacientes antes referidos se curaron en lo fun­damental, 13 progresaron notablemente y 58 lo hicieron en forma regular. La eficacia fue de 93%. Resultados concretos para los 53 paralíticos de grado I: efecto notable, 5; progreso, 41; y efecto nulo, 7. Para los 23 de grado II: curación básica, 10; efecto notable, 4; y pro­greso, 9. Y para los 24 de grado III: curación básica, 12; efecto notable, 4; y resultado pobre, 8. Normas de resultado terapéu­tico: Curación básica significa capacidad de caminar sin ayuda y vejiga similar a la voluntaria (para orinar); efecto notable, capacidad de caminar con ayuda de bastón y formación de la vejiga refleja; y progreso, capacidad de usar bastones para caminar en forma compensatoria y recuperación parcial de la función del esfínter.




2) Método: Se aplica moxibustión.



Prescripción: Pishu (V. 20), shenshu (V. 23), guanyuan (Ren. 4) y zhangmen (H. 13).


Explicación: Se observa el método de aplicación moderada de cigarros de moxa. Es 1 sesión diaria, la cual dura 20′ en cada punto.


Experiencias clínicas: Cierto médico se sirvió de esta terapia para tratar al paciente Gao, 61 años de edad, tenía inconti­nencia urinaria y fecal por más de 10 años después de sufrir un traumatismo a nivel de las vértebras lumbares. Hacía 14 años que sufrió una lesión en la cintura. Más tarde, la región lumbo-sacra le dolía intensamente, los miembros inferiores los tenía entumecidos, y alterada la sensibilidad, e incontinencia urinaria y fecal. Había sido llevado a un hospital fuera de su comarca y tratado con varios métodos, pero sin efecto visible. Así que fue internado en un hospital. Luego de tratado con la terapia de apoyo, ya podía contener relativamente la orina y defecación. Sin embargo, cada vez que aumentaba la presión intraabdominal, había salida involuntaria de heces y orina y aparecía una secreción similar al moco nasal en el ano. Por consiguiente, se lo trató con acupuntura. Síntomas y signos: Dolor lumbar, orina clara y contable con goteo continuo, materia fecal acuosa, estornudos continuos, rinorrea, anorexia, fatiga, aversión al frío, vértigo y molestias visuales, sordera y tinitus, lengua de color tenue y saburra blancuzca y lisa, pulso profundo y débil. Eran indicios de la deficiencia de yang del bazo y los riñones. Convenía calentar­le los riñones y sanearle el bazo.



Se procedió a tratar al paciente con la moxibustión que aca­bamos de explicar, además de aplicarle la acupuntura en el tobillo como sigue: xia1 (a 3 cun por arriba del maléolo interno y junto al borde interior del tendón del calcáneo) y xia2 (a 3 cun por arriba del maléolo interno y junto al borde interior de la tibia, punto que el terapista puede encontrar tentando con dedo desde el tendón del calcáneo hasta el borde del hueso). Acupuntura: retención de agujas durante 30′. Finalizadas 3 sesiones de acupuntura, los síntomas no tendían a mejorar. A la cuarta sesión de esta terapia, se redujo la se­creción antes y después de la defecación, pero los demás síntomas perma­necían inalterados. Se dejó de la acupuntura en el tobillo y se cambió a la moxibustión. Toda vez que se le aplicaba 1 se­sión de moxibustión, la consisten­cia fecal mejoraba, la secreción disminuía a diario y, sobre todo, dis­minuía notablemente luego de cada defecación, la frecuencia urinaria se reducía, el apetito aumen­taba. Concluidas 30 se­siones de moxibustión, el paciente pudo normalizar la orina y la defecación y tenía mejorados en distin­to grado los demás sínto­mas. A objeto de consoli­dar el efecto terapéutico, le ofrecieron otras 5 se­siones y lo sometieron a la observación durante 4 semanas. Sin recidiva, salió del hospital.


Explicaciones adiciona­les:


1. Hasta el momento aún no se dispone de terapias satisfactorias para la paraplejia traumática. Las que se dan en los puntos surten ciertos efectos para una porción de los casos. El grado de recupe­ración depende del nivel de lesión, la edad, el estado general, la evolución, la terapia y otros factores.


2. Además de la acupuntura y la moxibustión, es permisible el concurso de la electropuntura, la utilización de agujas “flor de ciruelo”, la inyección en los puntos y otros métodos. El trata­miento multiterapéutico contribuye a elevar el resultado tera­péutico.


3. El paralítico se recobra lentamente y por ello tiene que per­sistir en el tratamiento. En algunos casos éste dura hasta 1-2 años. Si la acupuntura aplicada en los puntos de las extremi­dades inferiores no provoca reacción, y la afección no mejora luego de varios cursos de tratamiento, el resultado es conside­rado como nulo.


4. El masaje y los ejercicios funcionales en calidad de medios auxiliares tienen gran importancia.



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